lunes, 20 de junio de 2011

Amapola, la flor adictiva



Esa suave flor judoka,
la va de maga zulú
y combina tus venenos
haciéndose la ingeniosa,
odiosa siempre fiel.








La tarea de interpretar las letras de los redondos se hace mucho menos ardua cuando aquella flor, ingeniosa, odiosa y siempre fiel, se nos presenta, la visitamos 4 horas y nos invita a retirarnos con la certeza de un reencuentro inevitable.

El hotel Amapola, ubicado en Yerbal y Parral, a sólo dos cuadras de Acoyte y Rivadavia, en el barrio de Caballito, tiene todo lo que un albergue transitorio necesita para pasar 4 horas de lujos y placer, con frigobar, decoración moderna y de calidad y televisor de resolución y 20 pulgadas, incluso en las habitaciones más económicas.

Con turnos una hora más largos que en la mayoría de los telos y una ambientación muy similar a la de New West, el otro gran telo de Caballito, Amapola hace valer su precio, que no es barato pero vale la pena pagar, con habitaciones que oscilan entre los 85 y 115 pesos.

Sin embargo, con este descuento de un 15% podés ahorrarte unos pesos en la habitación, y gastarte esa plata en más flores para tu novia, tal vez una amapola, o como diría el Indio Solario, una suave flor judoka...

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