Tito, trae esa porquería!

Eso pedía a los gritos el pelado Cordera en un tema de la Bersuit, seguramente no había pasado por La Parrillita. Pero bueno, primero lo primero, todavía sonaban en mi cabeza los temas elegidos por los chicos de [esconDES]Amor para su obra cuando miré en el reloj de mi tobillo que eran las 22.53 y recordé que todavía no habíamos cenado. Hice memoria, y volví a esos tiempos como cadete de Rodivín para encontrar algún lugar como la gente para llevar a mi mujer a cenar, en ese momento me dí cuenta que en Malabia y Corrientes había un local que siempre me había llamado la atención y que nunca había podido conocer. Espacio Cultural Urbano estaba a la vuelta, así que no lo dude un solo segundo más.

Si ves su fachada y sos un tipo que preferís la comida casera seguro vas a tentarte rápido, pero si en cambio sos de esos que tiran más para el lado de las cosas artificiales como las que te ofrecen en Mc Dollar, te recomiendo visitar La Parrillita de Tito, aunque claro, es mi deber de cronista informarte que sólo es un camino de ida.

La decoración es campestre, calida. Aunque un gran detalle en contra del restaurante es la falta de espacio.  Sobra el ambiente familiero, y se justifica por sus dueños. Habíamos preparado una video entrevista con Roberto, el dueño, pero la cámara sufrió un desperfecto. Igualmente ponemos el audio para que conozcan la historia de un lugar singular.

Pone play!



En nuestro caso comimos unos exquisitos Sorrentinos con salsa Milena, bautizada así en honor a la hija menor de la familia. Con bebida incluida, la cena no superó los $100. Para terminar, la dirección justa es Malabia 416. Pero si con éste frío no tienen ganas de salir de casa pueden llamar al 4857-1436, y si no te lo lleva Mónica, el delivery te lo hace el mismísimo Tito en persona. Al fín y al cabo, en la vida, uno no sólo puede ser Gerente Parrillero...

By LG.