martes, 7 de junio de 2011

E' un mondo difficile...

Antes que nada, dale play y escuchá lo que Tonino Carotone pensaba del amor.

 

Cuando uno lleva un tiempo conviviendo, tiene que buscar nuevas actividades para evitar que la pareja se deteriore por la rutina. Es importante lograr dar con esas cosas que verdaderamente pueden ayudar. Por este motivo recomiendo algo distinto esta vez: antes de contar donde fui a cenar, tomar algo y pernoctar.

Sin duda, una de las cosas más maravillosas que una persona puede experimentar es el amor. Algo que nos puede llevar de los cielos a los abismos en cuestión de minutos. En la historia de la humanidad hay muchas manifestaciones artísticas que giran en torno a este sentimiento, canciones, libros, películas y obras de teatro son un lugar común a la hora de cobijar alguna historia de amor, o como muchas veces suele suceder, desamor.

Voy a compartir con ustedes un texto que refleja lo que quiero decir:

Ida y vuelta, o no. Corresponde, o no.
El amor llega, pero sólo cuando es el momento justo, cuando las sumatorias mínimas e indispensables agrupan el alma de dos seres con el camino de la vida. Ese camino con calles llamadas crecimiento, confianza, rutina, puede virar de sentido y llegar al paredón de la ruptura. Como a muchos otros, también les pasó a ellos.
Ella daba sus primeros pasos por su edad adulta, nunca se había entregado plenamente a ninguno de esos romances transitorios, talvez porque ninguno valía la pena, o quizás porque ese era el destino. Esa casualidad presente en cada historia y la tecnología que todo lo rodea la invitó a ser participe de una conversación virtual dónde abundaron los sin sentidos pero se remarcaron las coincidencias, lo vital en estos casos.
El tiempo hizo lo suyo y las caminatas se hicieron cotidianas, para este punto ninguno de los dos apostaba mucho por la relación naciente, pero ciertas cosas no se controlan. Una mirada directa al corazón y un beso a lo más profundo del alma los unió en una historia de esas que no se olvidan.
Él simbolizaba esa inexistente perfección que las personas suelen buscar, sumaba belleza a su simpatía, y sus logros más importantes abarcaban la facultad, el trabajo y esa una buena familia que tenía detrás. Así las cosas siguieron su rumbo, hasta llegar a ese punto dónde los suspiros transportan a las personas a lo más profundo del firmamento para fundirse en alguna estrella. Ella nunca se había unido tanto con nadie, pero ésta vez sin duda, valía la pena.
La rueda de la vida siguió girando, y lo que una vez estuvo en su punto más alto debió bajar. El desgaste se ve, se siente, se vive y a veces no se puede evitar. Las pequeñas diferencias se tornan abismales, y los caminos se bifurcan hasta convertirse en líneas paralelas. Él con sus 28 años se sentía preparado para casarse y formar una familia, ella en cambio sentía que sus 21 no eran suficientes. Y el amor así como llena de luz, opaca, marchita, mata. Aunque desde afuera no se note.
Las cosas cambiaron, él, que un día fue el más demostrativo se volvió frío, distante. Ella sólo podía remarcar esos cambios, sin ser capaz de enderezar el rumbo.
Y ese amor murió. Las historias de ese tipo dejan marcas perpetuas en quién las vive, el recuerdo de la otra persona no se olvida, no se va, permanece suspendido en el interior del otro ser dispuesto a resurgir ante el mínimo estímulo. Y cuando eso sucede un mar de lágrimas invade el rostro y ese recuerdo se transforma en vacío, un vacío tan profundo que los latidos del propio corazón se vuelven mudos. Sólo resta esperar. Esperar que los recuerdos se tamicen y sólo queden buenos momentos, que las lágrimas se sequen y no tapen las sonrisas para dar lugar al tiempo que todo lo cura. Y con ese duelo elaborado, es más fácil ver al exterior de uno mismo. Abrirle la puerta a posibles nuevos amores, y al amor más puro, el de un ángel amigo. La amistad es el amor incondicional, no se hereda, se elige. Es tanta la fuerza que posee que puede levantar hasta la mochila más pesada sólo con una sonrisa. Es vital.
Ella se tornó gris, sobrevivía con la sombra de él dominando su pasado su presente y su futuro. Pero todo retoma su cause natural.
Hoy está bien, sólo quedan recuerdos de un gran amor, de una persona que será soñada incontables noches, que más de una vez traerá nostalgia y un mar de preguntas huérfanas de respuestas. Será la dueña de asignaturas pendientes y suspiros en silencio mientras se imagina si él como ella, alguna vez, recuerda esa historia sin final.
El tiempo pasó, fue necesario comprender que la vida es una cadena de enseñanzas y que si algo pasa es porque debe pasar. Es el destino, y no se puede evitar.

Lo que acaban de leer es el guión de [esconDES]Amor, la obra basada en hechos reales que un grupo independiente de bailarines presenta todos los sábados de junio en Espacio Cultural Urbano (Acevedo 460 esquina Corrientes).

Protagonizada por Flavio Zunega, Celeste Di Giorgio, Belén Mazzola, Daniela Anchava, Carolina Araoz, Valeria Pivet, Ignacio Saraceni, Angi San Martín, Pablo Acevedo y Dalma Barrionuevo (no solo como bailarina sino también como autora, coreógrafa y directora) la función cuenta de dos actos:

En el primero dan vida a la historia de Daniela y Ramiro, una pareja que descubre por casualidad un gran amor, sucumbe ante el, y se desintegra por el desamor generado por la vorágine de la vida de los jóvenes. Una experiencia tan fuerte que seguramente aun hoy, años después, cala en lo mas hondo de los corazones de los protagonistas.

Posteriormente tiene lugar la historia de Catalina y Joaquín, a diferencia de la primera lo que triunfo por sobre todas las cosas es el amor, aunque claro es importante saber que precio tuvo que pagarse. Sin duda, este episodio deja en ridículo la absurda frase “hasta que la muerte los separe”.

Los bailarines encarnan las historias acompañados por la música de Leona Lewis, Sarah McLachlan, Beyonce, Anouk, Sam Tsui, Eva Cassidy y Sara Bareilles, entre otros. La puesta en escena es sencilla, no hay decorado ni un vestuario llamativo, pero el talento de los artistas complementa la obra al punto de convertirla en una gran opción a la hora de programar una salida. El precio de las localidades es de $30, ínfimo ante la calidad artística a disfrutar.

Desde nuestro lugar recomendamos la obra, sin duda mas de uno se va a sentir identificado en algún momento de la noche, al fin y al cabo, todos alguna vez experimentamos un gran (des)amor.


 By LG.

2 comentarios:

  1. Lean!
    q lindo tener el aguante de gente como vos q no solo apoya el arte independiente sino q lo promociona c tan bellas palabras!
    MUCHAS GRACIAS, una y otra vez!
    t quiero

    dal*

    ResponderEliminar
  2. Es hermosa la historia, aun sin verla, me encanto, en cuanto pueda haya iremos con Oscar y tal vez la peque, jejeje. Existos hermosa. Besitos

    ResponderEliminar